En un viaje se disfruta de la carretera, las vistas que descubrimos por el camino, costumbres distintas a las que estamos habituados, monumentos, rutas, museos… Pero también, y para muchos en especial, de la gastronomía. Conocer un lugar es adentrarse también en sus fogones, y aunque nuestras autocaravanas nos permitan cocinar dentro de ellas, de vez en cuando siempre es buena idea salir a ver qué se cuece, y nunca mejor dicho, en los alrededores del lugar donde descansamos. La buena noticia es que en ocasiones solo hace falta caminar unos cuantos pasos desde nuestra autocaravana para degustar auténticas delicias dignas del paladar más exigente. Y la razón es que hay campings que cuentan con estupendos restaurantes. Si los probáis os encontraréis volviendo antes de lo previsto. Palabra.
Camping Naranjo de Bulnes, en Asturias
En pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, rodeado de montañas, desfiladeros y generosa naturaleza allá donde mires, se encuentra uno de esos lugares que dejan muy buen recuerdo. No solo por su estupenda ubicación y la buena atención que se recibe, sino también porque conquistan a sus clientes por el estómago. En el camping Naranjo de Bulnes, en Arenas de Cabrales, cuidan bien todos los detalles: información sobre el entorno, buenas instalaciones, cuidado del recinto… Su restaurante forma parte de esa intención por ofrecer lo mejor de lo mejor. Para que no haya duda de que estamos en Asturias, la carta incluye unos cuantos platos de la tierra de calidad y a buen precio, pero hay para todos los gustos. Uno de esos sitios donde pararías aunque no estuvieras alojado en el camping.
Camping Monfragüe, en Cáceres
Hay restaurantes que sorprenden por su excelente ubicación, otros tienen su punto fuerte en la calidad de la materia prima y también están los que llaman la atención por su impecable cocina. El restaurante del camping Monfragüe, en el Parque Nacional del mismo nombre, cumple los tres supuestos, y añade algo muy especial: su horno de leña, en el que elabora su famoso cochinillo o tostón asado y la paletilla de cabrito. Uno de esos placeres inesperados que saben a gloria. Por eso, quienes lo conocen suelen repetir.
Camping Arlanza, en Burgos
Un incendio mantuvo en vilo a los fieles clientes de este estupendo restaurante, pero el local supo renacer de sus cenizas a fuerza de voluntad y profesionalidad, que es lo que le sobra a Inmaculada de Pedro y su marido, la pareja que lo regenta. La buena cocina que les caracteriza sigue siendo impecable, igual que el trato amable de sus dueños, que encuentran en el trabajo de dar satisfacción a los estómagos de los clientes una ocupación perfecta. En la carta encontraréis garbanzos con langostinos, setas, ajo carretero… Delicias que parecen sacadas de un restaurante con estrella Michelin.
Camping Los Manzanos, en A Coruña
Hay un lugar paradisíaco en Oleiros donde la naturaleza nos asalta a cada paso. Pero si tuviéramos que destacar algo por encima de su ubicación sería el mimo con el que se cuida en este camping llamado Los Manzanos el buen comer de todos los que por allí se acercan. Arroz con bogavante de 10, pescados y carnes para chuparse los dedos y postres a la altura. Una buena opción de la que no os arrepentiréis.
