Qué bonita es esta costa!
Autocaravana por las Rías Baixas: Al sur de Finisterre, bordeando la costa que se encuentra entre el Monte Louro y la desembocadura del Miño, se encuentran algunos de los paisajes más espectaculares de nuestra geografía.
El olor a mar impregna los valles, pazos, viñedos y balnearios que se descubren en los pueblos marineros de la zona, donde se encuentran preciosos tesoros que las mariscadoras recogen para traer a las lonjas del lugar.
Recorrer esta ruta en autocaravana, deteniéndonos en los lugares más emblemáticos de las cuatro rías que forman las Rías Baixas, es un buen plan para todos aquellos que disfruten de la naturaleza, la gastronomía y el mar en todo su esplendor.
Basta con dejarse llevar para descubrir decenas de rincones con historia y encanto.
Muros y Noia
Partiendo del norte, las primeras paradas pueden situarse en Muros y Noia, dos pequeñas joyas cuyos cascos antiguos fueron declarados Conjunto Histórico Artístico. Palacios, iglesias y capillas, casas de pescadores…
Todo se mezcla en un ambiente perfecto para entrar en materia e ir sumergiéndose en la cultura de las gentes de las Rías Baixas, donde el mar juega el papel protagonista de la película.
Parque Natural de las Dunas de Corrubedo
Desde allí, si seguimos hacia el sur encontraremos el Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, un espacio natural entre la ría de Muros y la de Arousa donde se combinan playas paradisíacas, lagunas de agua dulce y salada, marismas y una buena lista de playas de postal que merecen una parada sin prisa.
Ría de Arousa
Continuar hacia las playas e islas de la ría de Arousa deteniéndonos en el señorío de Cambados, cruzando a la famosa isla de La Toja, y visitando el popular puerto de Carril en Vilagarcía de Arousa, donde no probar sus espectaculares almejas es casi un pecado, es una de las posibilidades que se presentan.
Otra opción es improvisar y dejar que nuestra autocaravana marque el camino que señala nuestro instinto porque lo cierto es que cualquier rincón de este lugar esconde auténticos tesoros.
Tomemos la opción que tomemos, no hay que dejar pasar la ocasión de probar los estupendos vinos de la zona – dicen que son los mejores blancos de España –.
Aún nos aguardan otras maravillas que no tienen desperdicio y mantienen su atractivo sin artificios.
Pontevedra
Nos encontramos ya en la ría de Pontevedra, donde llegaremos a algunos de los pueblos de mayor tradición marinera y a las espectaculares playas de la Costa da Vela, con pocos rivales a su nivel.
Parar en Bueu, Aldán o Moaña siempre es buena opción, aunque antes habrá que detenerse en Combarro para disfrutar, entre otras cosas, de sus hórreos de piedra prácticamente pegados al mar.
Imprescindible también el Monte do Facho, desde donde hay unas vistas espectaculares de la zona. En su día fue un antiguo castro del que aún quedan restos.
Ría de Vigo
Para completar el viaje nos queda visitar la ría de Vigo, protegida por las alucinantes islas Cíes, y en donde también hay para elegir: Baiona, Tuy, entre ambas el parque natural de Monte Aloia, y por supuesto A Guarda, donde se encuentra el Monte de Santa Tecla con la ermita de la santa y un monumental vía crucis.
Un auténtico regalo para los amantes de los viajes únicos.
