Miradores de carretera: esa parada obligada, que siempre merece la pena
Miradores ena autocaravana: Para los que disfrutan de la carretera, conducir es un placer difícil de describir.
Pero detenerse de vez en cuando durante el trayecto para estirar las piernas y encontrarse con un paisaje espectacular también tiene su encanto.
A lo largo de la ruta, las sorpresas en forma de miradores nos esperan en cientos de rincones de España.
Programar el viaje para poder hacer una parada en ellos deleitándose con la panorámica que se tenga frente a los ojos siempre es un aliciente más con el que ganar buenas experiencias.
Dependiendo del viaje que tengáis pensado hacer tendréis unas opciones u otras, pero si alguno de estos miradores os cae de paso, no dudéis en echar un vistazo porque son un auténtico regalo para la vista.
Mirador del cañón del Ebro – Burgos
Incluso la mayoría de los viajeros que no tenían pensado parar, acaban deteniéndose junto a Pesquera de Ebro para echar un vistazo y poder disfrutar de la increíble vista que se abre paso ante ellos.
Es el mirador del cañón del Ebro, el segundo río más caudaloso de la península, que en esta zona ha creado un oasis de biodiversidad del que se obtienen imágenes alucinantes.
Toda una experiencia que deja el listón muy alto.
Mirador del Fitu – Asturias
Conducir por la AS-260 entre Arriondas y Colunga y no detenerse en el alucinante mirador del Fitu es perderse un regalo para la vista como no hay muchos.
Desde él se puede divisar una panorámica de 360º en la que alcanzamos a ver parte de la costa y también de las montañas de la Reserva Natural de Sueve, el Parque Natural de Ponga y el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Un auténtico placer para los sentidos.
Una parada de cinco minutos es el mejor tratamiento rejuvenecedor…
Mirador del Puerto del Pico – Ávila
A unos 140 kilómetros de Madrid y otro medio centenar de Ávila, la N-502 regala una vista estupenda a los viajeros curiosos.
Por un lado, el pico del Torozo; por otro, las cumbres de la Sierra de Gredos; al norte, la cuenca del Alberche; y al sur, el barranco de las Cinco Villas, que se abre paso hacia el Valle del Tiétar.
Para completar este alucinante cuadro, una calzada romana que también se observa desde el mirador. ¿Quién da más?
Cerro Calderico – Toledo
Desde este cerro castellanomanchego situado en Consuegra se obtiene una de las panorámicas más originales de cuantas podemos ver en España, de la que disfrutarán especialmente los aficionados a los molinos.
Una docena de ellos adornan el paisaje árido de esta zona que los árabes llamaron Al Mansha -“tierra sin agua”- formando una estampa alucinante a cualquier hora del día. Aunque si podéis verla al atardecer impacta aún más.