Pueblos del Pirineo en autocaravana: La cordillera que se extiende a lo largo de más de 400 kilómetros al norte de la península ibérica es un paraíso para cualquier amante de la naturaleza.
Montañas, cañones, valles, lagos y hasta glaciares se combinan en esta parte del mundo para ofrecer un espectáculo natural con pocos rivales a su altura.
Y en medio de ese entorno de postal se levantan pueblos con tanta personalidad que hay que pasar por ellos al menos una vez en la vida. Diseñar una ruta que los incluya es siempre una estupenda opción que querrás repetir.
¡Buen viaje!
Alquézar
En la comarca Somontano de Barbastro, en el llamado valle del Aragón, encontraréis varias joyas que no podéis perderos.
Pero si solo pudierais escoger un lugar, Alquézar es una apuesta segura.
Se levanta en un entorno de cuento al pie de las sierras de Balcez y Olsón, en la margen derecha del río Vero, en su último cañón. Un regalo para la vista que hace las delicias de los amantes de las villas medievales.
El pueblo, de origen árabe, invita a pasear para perderse en sus serpenteantes calles de piedra.
Para dormir, el camping Alquezar que ha sido construido en el interior de un bosque de encinas y olivas milenarios es una estupenda opción.
Unha
También en el Valle de Arán descubriréis una larga lista de pueblos que podrían encontrarse entre los más bonitos de España.
Uno de ellos es Unha, una pequeña localidad aranesa donde se respira tranquilidad y calma en medio de un entorno que parece sacado de un cuadro.
La Iglesia de Santa Eulàlia de Unha, del siglo XII, es uno de los imprescindibles de este lugar que esconde una de las mejores vistas del valle y el glaciar y los picos de La Madaleta.
Si queréis pernoctar en la zona, a 20 kilómetros se sitúa el camping Forcanada, con todas las comodidades para descansar.
Otsagabia
Ubicado en el valle de Salazar, en plena comarca de Roncal-Salazar, Otsagabia es otro pueblo del pirineo, en este caso navarro, que se ha ganado a pulso su merecida buena fama.
El puente medieval, sus casas de piedra y las calles adoquinadas se combinan con una explosión de naturaleza que forma la ecuación perfecta para el disfrute.
Desde su parte alta, donde además hay unas estupendas vistas, parten varias rutas de senderismo.
Si estáis haciendo una ruta por el pirineo navarro, una buena opción de pernocta es Roncesvalles, otro histórico pueblo que no podéis perderos, donde hay un parking de asfalto rodeado de un entorno espectacular y muy tranquilo, aunque sin servicios de aguas.
Ainhoa
A tres kilómetros de la frontera, ya en el País Vasco francés, Ainhoa, el pueblo formado por una sola calle. Es otro lugar que no debe faltar en la lista.
Sus famosas casas con contraventanas de madera en colores rojos o verdes son bien conocidas por los peregrinos que pasan por aquí de camino a Santiago.
Y es que construido en el siglo XIII como vicaría del monasterio navarro de Urdazubi-Urdax y ha servido durante mucho tiempo como lugar de hospedaje para los caminantes.
Para dormir encontraréis una opción allí mismo: el camping Harazpy, en un entorno perfecto para disfrutar de la naturaleza.
Ordino
También Andorra tiene sus lugares pirenaicos con encanto. Por ejemplo, Ordino, una parroquia a unos 1.300 metros de altitud, un auténtico oasis de relax donde parece que el mundo se ha detenido tiempo atrás.
Además de la Casa Museo de d’Areny Plandolit o la iglesia parroquial, no podéis perderos el mirador del Roc del Quer, un lugar desde el que la panorámica no puede ser más completa.
El área de autocaravanas de Ordino es buena elección si queréis dormir en la zona.