Un destino que quienes han probado suelen querer repetir es sin duda el desierto. Nada como perderse entre dunas para disfrutar de una experiencia única en distintos puntos del mapa.
Además, los amantes del caravaning, tenemos resuelto el primer problema que se encuentran quienes quieren recorrerlo en coche, y es que contamos con un espacio perfecto para dormir donde queramos a lo largo de nuestro trayecto.
Es solo una de las ventajas de la autocaravana, que además nos proporciona todo tipo de comodidades difíciles de encontrar si escogemos cualquier otro tipo de vehículo.
En ocasiones nos parecerá estar en medio de la nada, y allí satisfacer las necesidades básicas no es tan sencillo si no se viaja en autocaravana.
Pero a pesar de las facilidades que proporciona nuestro vehículo, es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones:
- Mantener el calor: Para las frías noches del desierto, un buen sistema de calefacción, como el que os contábamos en este post “Consejos para antifrío para tu autocaravana“, es fundamental.
Y ya que por la noche pueden bajar, y mucho, las temperaturas en el desierto, es conveniente además llevar ropa de abrigo por si tenemos que salir al exterior en medio de la noche.
- Extras imprescindibles: Seguramente llevarás siempre en tu autocaravana un botiquín básico, linterna y todos esos extras que solemos incluir en cualquier viaje donde preveamos que dormiremos a unos cuantos kilómetros de cualquier pueblo donde encontrar los servicios mínimos.
Pues bien, en el desierto esos extras son aún más importantes. Al igual que una brújula, GPS, un mapa del área e incluso una baliza de señalización luminosa para usarla en caso de perdernos, ya que es posible que nos desorientemos en mitad de un gran espacio. Reservas de agua… nunca están de más.
- Ruedas y otros productos de repuesto: Teniendo en cuenta las dificultades más frecuentes con las que suelen toparse los conductores en el desierto.
Nunca están de más un par de ruedas de repuesto, combustible extra, planchas por si nos quedamos atrapados en la arena o eslingas o cinchas con las que otros puedan remolcarnos, además de una pala por si no hay forma de salir del apuro.
- La conducción, mejor por la mañana: Los expertos coinciden en una recomendación básica: si es posible, el mejor momento para circular por un desierto es por la mañana.
Es cuando la arena está más compacta. En cuanto a los neumáticos, para estas superficies son más idóneos los mixtos. Ante todo, sentido común.
En condiciones difíciles no se necesitan héroes… Siempre es recomendable realizar este tipo de viajes en grupo… Varios vehículos siempre son una ayuda extra.
- Bajar la presión de las ruedas: Si tenemos que cruzar una zona arenosa, lo primero es bajar la presión de los neumáticos y circular con precaución, a baja velocidad.
En cuanto superemos el obstáculo habrá que volver a hinchar las ruedas.
- Motor, alto de revoluciones: Esta frase puede llevar a confusiones. En las zonas complicadas, que en el desierto son muchas, el motor hay que llevarlo un poco alto de revoluciones.
Pero si ya llevemos mucho tiempo en esa situación, para evitar que se caliente el motor hay que hacer ciertos descansos, esperando hasta que se enfríe.
