Viajes otoñales por Extremadura
Aquí siempre es temporada alta…
Coger nuestra autocaravana y disfrutar del otoño por carreteras secundarias rodeadas de bosques o valles que empiezan ahora a cambiar de traje es uno de los alicientes de esta época del año.
Las opciones son tantas que elegir no resulta nada sencillo: al norte, al sur, al este y al oeste tenemos decenas de posibilidades con las que acertaremos sí o sí.
Entre esas opciones están los paisajes extremeños en los alrededores de algunas localidades con una larga lista de atractivos por descubrir. Hoy os proponemos acercaros a cinco de ellas. ¡Feliz ruta!
Segura de Toro
Es el municipio más antiguo del Valle del Ambroz, y también una puerta a un edén de naturaleza que está especialmente atractivo en esta época del año.
Cuentan que se fundó en la época de los vetones, guerreros y ganaderos que decidieron instalarse aquí ante las posibilidades de un valle que, tal como pensaban, acabó dándoles muchas riquezas.
Allí nos espera el toro celta que se levanta en la plaza del pueblo, la iglesia de San Juan con su campanario o el castillo templario que se construyó para vigilar la Ruta de la Plata a su paso por el Valle del Ambroz.
Y es precisamente en este valle donde encontraremos sorpresas como los espectaculares castaños del Temblar, situados en la ribera del arroyo del Temblar al que se accede por una ruta con mucho encanto.
Otros tesoros que no defraudan son el castaño del Corbiche, en el paraje de Berruecos, y el castañar de Hervás que se descubre si seguimos la ruta hasta Gargantilla. De 10.
Guadalupe
Si aún no conocéis la localidad cacereña de Guadalupe os sorprenderá la espectacularidad de este municipio que tiene como protagonista un espectacular monasterio declarado patrimonio de la humanidad en 1993.
En él podréis ver obras de El Greco o Zurbarán en una visita que no podéis saltaros. Pero además, en los alrededores de Guadalupe os toparéis con paisajes en los que es imposible resistirse a un paseo otoñal.
Es el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, un macizo montañoso entre las cuencas del Tajo y del Guadiana donde hay mucho por ver y recorrer.
Jaraicejo
Dicen que fue la reina Doña Urraca quien fundó este pueblo y que su iglesia resguardó por una noche los restos de Isabel la Católica de camino a Granada.
Además de una visita a esta iglesia, Jaraicejo ofrece unas cuantas opciones más que resultan muy atractivas: cruzar el puente sobre el río Almonte, acercarse a la Casa de los Carvajal o al Palacio Episcopal, visitar el castillo…
Y por supuesto, no perderos sus alrededores. Ya que el otoño es una época perfecta para observación de aves y que el 75% del territorio extremeño está catalogado como zona de protección de aves, es ahora cuando resulta inexcusable una visita al parque de Monfragüe, del que Jaraicejo es la principal puerta de acceso.
Se trata de un lugar perfecto para mirar al cielo. La llegada de las grullas a Extremadura constituye uno de los espectáculos más fascinantes del otoño, y aquí podréis verlas con facilidad.
Preparaos para disfrutar si os gusta la ornitología porque no son las únicas aves que veréis cerca.
Fregenal de la Sierra
Su castillo templario, que acoge en su interior nada menos que una plaza de toros, o las tres originales iglesias de esta localidad a medio camino entre Huelva y el Alentejo, son solo algunos de los alicientes de un viaje de los que se disfrutan a lo grande.
Pero además de pasear por este pueblo pacense merece la pena recorrer parte de sus alrededores, donde nos aguardan varias rutas con mucho de especial. Entre ellas, la ruta de los árboles singulares o la ruta ornitológica.