Extremadura en invierno: Cuando las horas de luz empiezan a escasear y las temperaturas bajan, la opción de quedarse en casa es la alternativa para muchos.
Sin embargo, se trata de la época perfecta para montarnos en nuestra autocaravana y conocer entornos completamente mágicos y tradiciones que solo tienen lugar en esta época del año.
Una buena muestra de ello son las provincias de Extremadura, cuyos valles cambian de color en este tiempo ofrecen un espectáculo diferente, mientras que sus pueblos festejan siglos de tradición con celebraciones únicas. Cáceres y Badajoz son destinos perfectos de invierno… Los autocaravanistas también tienen su propia trashumancia.
Cascadas del chorro de la Meancera
Lugares que no tienen desperdicio en esta época son espacios naturales como las cascadas del chorro de la Meancera, en El Gasco, en Cáceres, una pequeña alquería de la comarca de Las Hurdes. Tendremos que dejar la autocaravana en El Gasco, a la que se accede desde Nuñomoral por la EX-368, y desde allí bajar hasta el río y cruzar el pequeño puente hasta la senda acondicionada que sigue la garganta del río Malvellido. Tras unos dos kilómetros tendremos el privilegio de ver un salto de agua impresionante, de unos 100 metros de altura.
Cascada de Chorritero
Otro lugar que en esta época del año luce completamente espectacular es la cascada del Chorritero, en Ovejuela. Una localidad donde las casas muestran la arquitectura popular hurdana, en pizarra y adobe.
Garganta de las Nogaleas
O la garganta de las Nogaleas, en Navaconcejo, cuyas aguas van al encuentro del río Jerte.
Para los amantes de las cascadas en entornos de cuento otra opción es la de Caozo, en Piornal.
Allí veremos el agua precipitarse con fuerza rodeada de robles, fresnos y alisos.
Chorrera de Hervás
O la chorrera de Hervás, a la que se llega a través de una ruta verde que es un marco ideal para una estupenda excursión. Y por supuesto, la famosa cascada del Diablo, cerca de Villanueva de la Vera, una de las cascadas más espectaculares de toda la comarca de La Vera.
Sus aguas bajan desde la Sierra de Gredos, creando espectaculares saltos de agua, para continuar su recorrido hasta desembocar en el río Tiétar.
Piornal
Si preferimos las tradiciones culturales, es el tiempo del Jarramplas, que se celebra en Piornal, en el valle del Jerte, cada 19 y 20 de enero.
El protagonista de la fiesta es un personaje vestido con chaqueta y pantalón de los que cuelgan cintas de colores y que lleva la cabeza cubierta con una máscara con dos cuernos y una gran nariz.
Se pasea por las calles de Piornal tocando su tamboril, mientras los vecinos, como castigo, le tiran verduras y hortalizas.
Hay quienes creen que Jarramplas fue un guerrero cristiano despreciado por el pueblo por unirse a las tropas árabes, aunque también están quienes defienden que fue un mártir que los judíos mataron por no renegar del cristianismo.
Sin embargo, la teoría más extendida es la que lo describe como un ladrón de ganado que, tras ser descubierto, es castigado con las burlas de los vecinos.
Badajoz
Otro famoso encuentro es el de Las Candelas de Almendralejo, en Badajoz, que se celebra a principios de febrero. Simboliza la quema de los malos espíritus y lo impuro.
Por eso, tras encender la candela oficial y dar paso a los fuegos artificiales, se da la señal para encender las hogueras organizadas en cada asociación, unas 50.
Y así poder quemar en ellas a los pantarujas, que representan el mal. Al día siguiente tiene lugar la bendición de los niños nacidos el año anterior, tras lo que se celebra la procesión de la Candelaria. Para cerrar las fiestas, el día de San Blas se reparten migas con chorizo.