El destino perfecto para cerrar un año
En pleno corazón de Málaga, tierra de sol y playa, os proponemos una ruta por su interior más gélido, el Parque Nacional de las Nieves. Una tierra para recorrerla con toda la tranquilidad del mundo, y perderse por su gama infinita de colores, olores y sensaciones que ofrece cada estación del año. Si desde hace meses tiene el título de Parque Nacional, bien merece una visita para acabar el año.
La naturaleza es gran protagonista de este destino. Lo que encontraremos en esta ruta son pinsapos que resistieron a la última glaciación, hace unos 10.000 años, nieve, ríos, montañas y cuevas que forman un mundo extraordinario. La fauna no se queda atrás, buitres leonados, águilas, gatos monteses y peces frailes nos esperan en el camino, y murciélagos, muchos murciélagos, 16 de las 31 especies que habitan en la península, viven aquí.
Para conocer la zona hay que buscar un lugar de referencia y Ronda es perfecto. Una ciudad milenaria que ha impresionado a artistas de todo el mundo y a lo largo de la historia. Su tajo, esa herida de la tierra por la que hay que acceder a Ronda ya hace el camino espectacular. Dentro de la ciudad hay que dejarse llevar por la belleza y recorrer sus murallas, el Puente Nuevo, la Casa del Rey Moro, la plaza de toros… Para disfrutarla podemos dejar la AC en el aparcamiento de la Plaza Pruna y empezar a caminar por este pedazo de historia andaluza.
A lo largo de la ruta podremos parar en varios puntos. En general, lo mejor es dejar el vehículo fuera del casco urbano, porque el urbanismo no está pensado para nuestros vehículos. Pueblos como Alozaina, Casarabonela, El Burgo, Guaro, Istán, Monda, Ojén, Tolox y Yunquera. Están unidos por la orografía, a veces caprichosa, de la Sierra.
Puestos en carretera, para entrar al Parque lo mejor es coger la A-397 hacia el área recreativa de Conejeras. A 1000 metros de altitud, esta área es perfecta para descansar y contemplar las vistas de las montañas y los neveros que le dan el nombre a esta sierra. Aquí hay varias rutas guiadas que salen para adentrarse en el parque, ascender al pico de La Torrecilla y el famoso bosque de pinsapos.
Para los amantes de la espeleología, el parque también ofrece lugares emblemáticos como la famosa GESP, la más profunda de Andalucía, 1.100 metros de profundidad.
Istán es otro de los pueblos de la serranía en la que podemos parar, ver el Pantano del Río Verde y también hacer alguna excursión en kayak. La panorámica desde la Ermita de San Miguel de toda la Sierra Blanca merece la pena la ruta hasta la cueva que la alberga.
A Istán lo rodean senderos y rutas de BBT como la del Hoyo del Bote donde está el Castaño Santo, un árbol de casi 1000 años donde Fernando el Católico celebró una misa.
Siguiente pueblo serrano, Monda. Este pueblo blanco y pintoresco es perfecto para hacer una parada y disfrutar de su rica gastronomía. La sopa mondeña, las aceitunas aliñadas, el chivo al ajillo y los roscos fritos.
Y como broche de oro Tolox, un pueblo andalusí que nos transporta en el tiempo al pasear por sus calles. Casas blancas coronadas de teja árabe y la Rinconada del Castillo en la parte alta del pueblo donde las casas se funden con los restos del castillo fenicio. Tolox es otra de las entradas al Parque y su sierra es magnífica.
Tolox es conocido por sus manantiales de aguas terapéuticas y para terminar la ruta, qué mejor que un tiempo de relax en el Balneario de Fuente Amargosa. Además la zona de parking suele ser un lugar de encuentro para los aficionados a las autocaravanas a la hora de pernoctar.
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