El placer de andar no tiene estación
Valencia, además de ofrecer unas playas espectaculares y un Mediterráneo limpio y luminoso, también nos deja carreteras, valles y sierras de interior perfectas para recorrer en nuestras escapadas de autocaravaning en familia. Para los amantes del senderismo es una opción perfecta, si buscamos un plan diferente. Muy cerca de Cullera, en Alzira, está el Valle de la Murta. Un enclave frondoso, lleno de vegetación, jardines románticos, agua y ruinas. En este valle una de las mejores actividades que podemos hacer es recorrer la Ruta de la Murta en Alzira, bien andando o en bicicleta.
Como dato importante y antes de empezar, hay que señalar que no se puede acceder con coche, obviamente, pero hay un parking al inicio de la ruta donde se puede pernoctar sin ningún problema. Es un parking muy tranquilo que no suele estar lleno y con muy poca contaminación lumínica, por lo que se hace ideal para contemplar las estrellas. Además conviene reservar la visita, porque se suele exigir reserva por el exceso de visitante en algunas épocas del año.
Dicho esto, empecemos con la ruta y sus atractivos. La Ruta de la Murta es un sendero circular, no muy largo y de baja dificultad. Ideal para hacer con niños. Su eje central son las ruinas del Monasterio de la Murta y las vistas que ofrece del valle son increíbles.
Durante el camino encontraremos zonas de solana y otras de umbría, por lo que es conveniente, sobre todo en los meses de verano, llevar buen calzado, gorra y agua.
La Ruta
El camino empieza en el parking, donde también hay un merendero, y llega hasta el Monasterio. Un poco más allá del parking hay una caseta de información donde poder informarnos de los diferentes senderos, los puntos de interés. La ruta más sencilla es la inicial, la histórica que llega hasta el Monasterio, atravesando el puente de Felipe II.
El Monasterio data del año 1376 y durante los siglos XIV y XV vivió su momento de gloria. Lo visitaban reyes y grandes religiosos, albergaba obras de arte y joyas donadas por toda clase de mecenas. Sin embargo, en el siglo XVIII comenzó su decadencia y acabó como está ahora, en ruinas. De todo el Monasterio lo que mejor se conserva es la Torre de las Paloas, casi intacta entre la exuberante vegetación que la rodea.
Al lado del Monasterio, un poco más allá está una casa señorial, con un jardín romántico precioso y una capilla igualmente deliciosa dedicada a la Virgen de la Murta.
Dando la vuelta, y por la parte de atrás del Monasterio y la casa señorial hay dos albercas de agua que se llenan con el agua de la fuente de la Murta. Esta fuente la utilizaban los monjes para abastecerse de agua. Es un sitio perfecto para hacer una parada, tomar un piscolabis y contemplar los pececillos y las ranas que las habitan.
Los horarios para entrar son:
De noviembre a febrero, de 8 a 18h. Y de marzo a octubre, de 8 a 19h
Si decidimos una caminata más intensa, podemos optar por la que se conoce como la
Senda botánica SL-CV 81. Inicio desde la entrada al Paraje Natural, junto al parking. Longitud aproximada de 3,5 km, dificultad media o el sendero de La Creu del Cardenal PR-CV 334. Inicio desde el puente de Felipe II, con una longitud aproximada de 3,1 km, dificultad media-alta. Si nos apetece un baño, ir hasta Cullera y disfrutar de las calas cercanas al faro sigue siendo una excelente opción.
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