Viaje por los pueblos abandonados de Soria
La vida tiene otro ritmo al norte del Duero
Soria en autocaravana: Para los amantes de los espacios tranquilos donde solo se escucha el ruido del viento y la calma es absoluta. Un viaje con pocos rivales a su altura es el que nos lleva por los pueblos abandonados de Soria, la provincia menos poblada del país.
Y una de las menos pobladas de Europa, con una densidad de 8,63 habitantes por cada km².
Allí podremos disfrutar de amplios horizontes, prácticamente vacíos, y en algunos de ellos se esconden auténticos tesoros que hablan de un pasado muy diferente, cuando aquellas tierras estaban habitadas.
Sus carreteras y sus caminos son un escenario perfecto para viajar en autocaravana. Sin problemas para aparcar, pernoctar o acampar. Aquí las visitas siempre son bien recibidas.
Tierras Altas de Soria
Un buen ejemplo de ello son las Tierras Altas de Soria, un espacio muy original en el altiplano numantino donde la ausencia de personas es una característica común a casi toda la zona.
De hecho, se trata del mayor desierto demográfico de la Unión Europea, aunque afortunadamente algunos de sus pueblos se resisten a morir.
Entre ellos, San Pedro Manrique, conocido como la capital de las brasas porque los vecinos celebran la noche de San Juan con un largo camino de brasas de roble sobre el que caminan como si pudieran vencer el calor del fuego.
Es un buen punto de partida para nuestra ruta, y también el lugar en el que podemos preguntar a los vecinos si tenemos alguna duda, ya que se trata de la localidad más poblada de la zona con sus 600 vecinos.
Aldealcardo
Desde allí podemos conducir unos kilómetros hacia el noroeste por la carretera SO-630 para conocer Aldealcardo.
Donde ya solo quedan los restos de lo que un día fue un pueblo. Ninguna de sus casas está habitada desde que sus últimos vecinos echaran la llave de la puerta de su hogar en 1972.
Desde entonces, la vegetación ha ido ganando terreno a lo que fue hogar de agricultores y trashumantes. C
omo en muchos otros pueblos abandonados, la construcción que mejor ha resistido el paso del tiempo una vez que los habitantes se marcharon es la iglesia, de la que aún queda en pie parte de su fachada e interior.
En su día era la imponente iglesia de San Clemente, y merece la pena la visita.
Sarnago
Hacia el otro lado del mapa, el oeste, encontraremos Sarnago, uno de los pueblos que se resisten a desaparecer, manteniendo en el censo 7 habitantes.
Es la cuna del escritor Abel Hernández, uno de los antiguos residentes que aún vuelve para reencontrarse con los que quedan, quienes formaron hace ya casi cuatro décadas la Asociación de Amigos de Sarnago para recuperar la luz y el teléfono, además de tradiciones locales como el baile de las Móndidas.
Acrijos
Soria en autocaravana: Un poco más al norte encontramos Acrijos, un pueblo con casas de piedra en el que descubriremos la antigua escuela, por donde pasaron parte de los dos centenares de vecinos con los que llegó a contar a mediados del siglo XIX.
Cerca se encuentra también el pueblo abandonado de Buimanco, rodeado de pinares. O el de Valdenegrillos, donde la naturaleza se mezcla con las construcciones que en su día fueron hogares. Formando estampas a las que no estamos habituados y que merece la pena conocer.
Si seguimos hacia el sur, donde la densidad de población es inferior a dos habitantes por kilómetro cuadrado. ç
Seguiremos disfrutando de unas panorámicas que dejan que la imaginación fabrique sus propias historias acerca del pasado de estos lugares.
Almajano
Soria en autocaravana: Un viaje perfecto para nuestra autocaravana, que podemos dejar descansar aún más al sur, en la atractiva localidad de Almajano. Famosa por sus manantiales y fuentes además de por la iglesia de San Pedro Apóstol y la ermita Nuestra Señora de la Soledad.
Allí encontraremos un área para autocaravanas donde tenemos lo imprescindible para relajarnos y disfrutar.